En una investigación reciente, se ha descubierto que los océanos no tienen la capacidad de arreglar el cambio climático, como se pensaba anteriormente. Los expertos han señalado que se ha sobrestimado el papel de los océanos en la absorción del dióxido de carbono y, en cambio, se ha subestimado el impacto del calentamiento global en el ecosistema marino.
Según los científicos, los océanos han absorbido aproximadamente el 30% del dióxido de carbono emitido por la actividad humana, lo que ha ayudado a mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, esta absorción se está dando a un costo muy alto, ya que está cambiando la química de los océanos y afectando la vida marina.
Además, el calentamiento de los océanos está aumentando la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes y tsunamis. También está causando la muerte de especies marinas y la degradación de los arrecifes de coral.
Por lo tanto, los expertos advierten que no se puede depender únicamente de los océanos para combatir el cambio climático. Se necesita una acción global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger los ecosistemas marinos para evitar consecuencias irreversibles.